Lucía Bosé
Lucia Borloni, actriz italiana residente en España, madre del cantante Miguel Bosé y matriarca de una saga de artistas españoles, nacida en Milán el 28 de enero de 1931.
Dependienta de una pastelería milanesa, Lucía Bosé, participa en el concurso de Miss Italia de 1947, cuando todavía era muy joven, y sale ganadora, lo que le abre las puertas del mundo del cine.
Interpreta un cortometraje de Dino Risi sobre las Cinco jornadas de Milán y debuta como protagonista de un largometraje en Non c'è pace tra gli ulivi (1950) de Giuseppe de Santis, último capítulo de la trilogía campesina del maestro neorrealista en el cual tiene el papel de una pastora de la Ciociaría, al lado de actores tan prestigiosos como Raf Vallone y Folco Lulli. En el mismo año, la actriz ofrece una significativa muestra de su talento en Cronaca di un amore, espléndida opera prima de Michelangelo Antonioni en la cual interpreta con convicción a la protagonista, Paola Molon, en una historia en la que se analizan con minuciosidad los sentimientos de la alta burguesía milanesa en un trasfondo policial.
Al cabo de poco tiempo, Lucía Bosé colabora con de Santis otra vez: la actriz interpreta en 1951 el papel de Simona en Roma ore 11, película que trata el tema del desempleo femenino y que ofrece una característica galería de retratos de mujeres magistralmente trazados.
Antonioni, en 1953, ofrece, a Bosé, el papel de Clara Manni, en la película La signora senza camelie, film sobre la dimensión poco auténtica del mundo cinematográfico, fiel espejo de la aridez que caracteriza las relaciones entre los seres humanos.
En el mismo periodo, Lucía Bosé también es la protagonista de numerosas películas que confirman su facilidad de adaptarse con excelentes resultados a cualquier exigencia expresiva. La actriz se dedica a la comedia rosa tardo-neorrealista interpretando dos de los títulos más famosos de la filmografía de Luciano Emmer: el divertido París, siempre París (1951), con Aldo Fabrizi y, sobre todo, Tres enamoradas (1952).
Junto a Walter Chiari, Lucía Bosé también participa en numerosas películas de carácter cómico y burlesco entre las cuales cabe señalar E' l'amor che mi rovina… (1951) en la cual interpreta a una joven profesora de esquí en la localidad de Sestriére con la dirección de Mario Soldati.
El año 1955 es fundamental para la actriz; en efecto, Bosé es la protagonista de tres importantes títulos que representan todo un éxito profesional para una carrera que todavía está a los inicios. En Gli sbandati de Francesco Maselli traza con extrema sensibilidad a la graciosa y alocada Lucia de la cual se enamora el joven conde Andrea (Jean-Pierre Mocky). En La muerte de un ciclista, dirigida por Juan Antonio Bardem, ofrece una buena interpretación en una de las obras más interesantes realizadas bajo la dictadura franquista . En Así es la aurora , dirigida por Luis Buñuel al volver a Francia tras su estancia en México, Bosé interpreta al personaje de Clara, una joven viuda italiana que reside en Córcega y vive una purísima historia de amor con el medico Valerio (George Marchal); cabe recordar que esta película es la única del genial cineasta aragonés con un final feliz.
En 1 de marzo de 1955, Lucía Bosé se casa por lo civil con el célebre torero español Luis Miguel Dominguín en Las Vegas y el 16 de octubre lo tiene que hacer por la iglesia en España para no levantar sospechas en la España franquista. El torero y la actriz tuvieron 3 hijos: Miguel (3 de abril de 1956), Lucía (19 de agosto de 1957) y Paola (5 de noviembre de 1960). Por un tiempo, se retira de la carrera cinematográfica que sólo reemprenderá tras separarse del marido en 1967.
Entre 1968 y 1976, Lucía Bosé vuelve a trabajar, solicitada en Italia y en el extranjero, tanto por maestros famosos como Federico Fellini, los Taviani, Bolognini, como también por directores más jóvenes. También es protagonista de originales historias femeninas, dirigidas por la escritora y directora Marguerite Duras y coprotagonizada por Jeanne Moreau.
Sin embargo, cabe recordar que el retorno al cine lo hace bajo la dirección de Pere Portabella, exponente destacado de la escuela de Barcelona, con Nocturno 29 (1968), película interpretada junto a Gabriele Ferzetti. En España, Bosé también participa en otras películas entre las cuales cabe señalar Jurtzenka, un invierno en Mallorca, (1970) de Jaime Camino y Ceremonia sangrienta (1972), una película de género horror-erótico dirigida por Jorge Grau.
En el Satiricón (1969) de Federico Fellini, Bosé aparece en una sola y memorable escena pero en Sotto il segno dello Scorpione, el lúcido apólogo abierto a muchas claves de lectura que los hermanos Paolo y Vittorio Taviani dirigen en el mismo año, Bosè es la protagonista, al lado de Gian Maria Volonté y Giulio Brogi.
La colaboración de la actriz milanesa con Mauro Bolognini es más articulada y empieza con Metello (1970), sigue con Por las antiguas escaleras (1975), con Marcello Mastroianni y Françoise Fabian y con la serie televisiva La cartuja de Parma (1982), en la cual interpreta el papel de la marquesa del Dongo.
En el mismo periodo, siempre en Italia, Lucía Bosé participa en títulos interesantes que la estimulan a dar lo mejor de sí: en 1971 interpreta el papel de una enferma mental en L'ospite de Liliana Cavani, al lado de Glauco Mauri; en 1972 participa en el extraño Arcana de Giulio Questi, en el papel de una viuda que se dedica a la magia y en La colonna infame de Nelo Risi, basada en la obra de Alessandro Manzoni. La actriz muestra su madurez artística y su capacidad de introspección psicológica en Nathalie Granger (1972), película dirigida por Marguerite Duras en la cual la Bosé es Isabel, la madre de la niña que da el nombre a la película.
En 1976, tras su participación en Violanta de Donald Schmid y La señora García se confiesa para televisión junto a Adolfo Marsillach, la carrera de Lucía Bosé sufre una segunda interrupción; volverá al cine sólo a finales de los años ochenta interpretando a dos figuras maternas en Crónica de una muerte anunciada (1987) de Francesco Rosi (basada en la famosa novela de Gabriel García Márquez), en Volevo i pantaloni (1990) de Maurizio Ponzi, una adaptación del best-seller homónimo de Lara Cardella y en El avaro, versión cinematográfica de la obra maestra de Molière, dirigida por Tonino Cervi con Alberto Sordi y Laura Antonelli.
En los 90, poco a poco ha ido espaciando cada vez más sus participaciones en el cine, sin dejar del todo de lado su profesión. Lucía Bosé vive en Brieva, España, país al que se ligó sentimentalmente desde hace muchos años. En el año 2000 decide hacer realidad un sueño de su juventud: abrir el primer Museo de Ángeles del mundo. Ha creado en el pueblo segoviano de Turégano un museo dedicado a las representaciones de los ángeles. En la actualidad cuenta con más de ochenta obras de artistas contemporáneos procedentes de diversos países, así como diversas esculturas de lo más angelicales.
En el año 2003, publicó su autobiografía titulada Lucía Bosé. Diva divina, escrita por la periodista española Begoña Aranguren Gárate.
Fuente: Wikipedia
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